EN UNA OBRA DE ALFREDO PAYA

El martes fuimos a ver la obra de Alfredo Payá en San Vicente, para hacer un trabajo de la asignatura de construcción. El trabajo va sobre las fachadas de un edifcio de viviendas, realizar un estudio de las fases de construcción de los cerramientos.
Al principio nos encontramos con Alfredo Payá, que nos explicó un poco la filosofía que le había llevado a hacer este edificio de viviendas.





Él habia pensado su proyecto como unas viviendas en las afueras de Alicante, conservando la idea de una segunda vivienda en el campo, por lo que ha pensado los materiales como algo basto, rustico.



En éstas fotos se pueden ver las primeras aproximaciones a los materiales, y el terrazo blanco y negro que utilizará respectivamente en las plantas inferiores y superiores.

Por otro lado, ha tenido la suerte de tener un gran solar y un número reducido de viviendas, para poder hacerlas todas de dos plantas, siguiendo un juego de puzzle en el que todas ecajan, unas hacia la planta superior, y otras hacia la inferior, parecido en mi opinion a la unidad de habitación de Le Corbusier.

Éste es el césped artificial que colocará en las terrazas de las viviendas, con un recubrimiento de arena para que no se levante.

Después de la explicación, que me hizo ver cosas en la obra que antes no habría imaginado (yo pensaba en el proyecto como un edificio mas de viviendas, pero hay un pensamiento detrás que me ha parecido muy interesante), fuimos a ver unas pruebas para que Alfredo eligiera el material de la fachada, que estaría compuesto de piedras y pedazos de botella de vidrio color ambar arrojadas a un mortero bastante espeso, para conseguir este efecto rústico del que habla Alfredo Payá.

En éste video se ve como prepara el vidrio rompiendo botellas de cerbeza, que no se si se las habrían bebido ellos antes :).



En las fotos anteriores se puede ver como arroja el obrero los trozos de piedra y vidrio y el resultado que queda. Es importante decir que al final de las pruebas aun no se decidió cual era la mejor mezcla, pero se dió una proporción orientativa en porcentaje, como si de una receta se tratase. Ésto me dió la idea de que en cada obra se pueden inventar cosas nuevas por muy sencillas que parezcan, y que en la construccion no hay nada escrito a fuego. También comentar que Alfredo estaba muy contento con poder darse el placer de realizar una obra de este tipo con tanta libertad, y estaba entusiasmado con el recubrimiento de la fachada.

Bueno, la semana que viene continuaré subiendo fotos de la obra, por que tendremos que ir hasta que la fachada esté acabada, con lo que veremos el proceso de construccion de casi todo el edificio.